Todo un sector de la antigua cárcel de Emboscada estaba lleno de comodidades, incluyendo un jacuzzi, a disposición de reclusos, según fuentes. Refieren que el director del penal sabía de eso.
Fuentes confirmaron que una comitiva de aproximadamente cuatro jueces de Ejecución descubrieron la semana pasada todo un pabellón vip en la (antigua) Penitenciaría Regional de Emboscada Padre Juan Antonio de la Vega. El informe fue elevado a los superiores, mientras la información todavía se mantiene con mucho hermetismo.
Al principio, supuestamente no les dejaron ingresar a los funcionarios judiciales al pabellón y la jueza de Ejecución Sandra Kirchhofer exigió el acceso y pudieron entrar.
Se habrían encontrado con un sector con todo tipo de comodidades, incluyendo un jacuzzi en el pabellón donde estarían recluidos algunos procesados del caso A Ultranza PY, así como reclusos que formarían parte del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), según fuentes.
La comitiva tomó fotos y se labró acta de todo lo encontrado, que será elevado a sus superiores. Incluso, se habla de amenazas a los funcionarios judiciales.
Hasta ahora no se descarta connivencia de las autoridades, ya que todo habría pasado frente al director del penal, Humberto René Gómez, (29) y el jefe de seguridad, su tío Alipio Gómez.
Según fuentes, el director del penal se habría negado a firmar el acta, pero finalmente lo hizo.
Una información que también empezó a correr a través de las redes sociales menciona que Gómez habría vendido más de 30 celdas vip a USD 15.000 a procesados por narcotráfico.
Desde ÚH intentamos obtener la versión del Ministerio de Justicia, pero no tuvimos respuestas.
PERSISTE LA CORRUPCIÓN. El abogado Orlando Castillo, comisionado del Mecanismo de Prevención de la Tortura, mencionó que los “privilegios” de ciertos reclusos es un problema que hay en todas las penitenciarías.
“El problema no es la celda vip, sino el problema real y de fondo es la corrupción, un sistema corrompido donde directores, funcionarios, en general, crean un esquema de recaudación”, refirió.
Continuó diciendo que la gente pueda tener espacio en general no es un problema, “pero se vuelve un mercado dentro de la penitenciaría; entonces, creo que hay que mirar desde esa perspectiva, desde la comercialización de los espacios y de derechos que se vuelven privilegios”, expresó.
En Paraguay hay “cárcel mercado”
“La cárcel paraguaya puede definirse hoy como cárcel mercado, un espacio donde todo tiene precio. Donde se pueden adquirir los más variados productos y servicios, a cambio de dinero”, expuso el criminólogo Juan Martens.
Esto es así porque la estructura institucional se beneficia económicamente de esta cárcel mercado, explicó.
Martens detalló que “los agentes penitenciarios, jefes de seguridad, directores y hasta autoridades del Ministerio de Justicia forman parte del esquema de distribución. Así mismo, la cárcel genera dinero para los padrinos políticos que pusieron allí a esos funcionarios”.
Esto se evidencia con la condena al ex director de Ciudad del Este y al ex juez de Ejecución de San Pedro, donde se confirmaba la recaudación.
“Estamos hablando de mucho dinero. En su mejor momento, solo un pabellón de Tacumbú generaba cerca de G. 700 millones al mes”, expuso.
Siguió explicando que los conceptos son diversos: Desde tenencia de celulares, televisores, llamada de lista, ingresos de bebidas alcohólicas, celdas, camas, heladeras.
“Como todo se paga, la precariedad institucional forma parte del negocio. Como el Estado no provee nada, los agentes penitenciarios son los ‘comerciales y promotores’ de este esquema. Lastimosamente reproduce la desigualdad social y alienta la formación de carreras delictivas, detalló Martens.
Fuente: ÚH