Un niño de 9 años ingresó a una clínica veterinaria recién inaugurada en Paraná, Brasil, y mató a 23 animales. Cámaras de seguridad registraron el hecho.
Un caso de crueldad conmocionó a Brasil al darse a conocer que un niño de tan solo 9 años ingresó el último domingo en una clínica veterinaria y mató a 23 animales que se encontraban en el lugar.
El incidente ocurrió en la ciudad de Nova Fátima, en el norte del estado de Paraná. Cámaras del circuito cerrado de la clínica recién inaugurada, ubicada en la avenida Nicanor Ferreira de Melo, registraron el hecho.
En las imágenes se pueden ver como el niño, acompañado de un perro, saltó la muralla baja y empezó a atacar, maltratar y matar a los animales, todo esto a lo largo de 40 minutos.
Conejos fueron parte de las víctimas. Los animales fueron golpeados al ser lanzados contra la pared, además de mutilados y tener sus miembros arrancados por el niño.
Al llegar al lugar, la dueña del local contactó con la policía tras encontrar a varios de los animales muertos y otros fuera de sus correspondientes lugares. La mujer verificó las imágenes del circuito cerrado e identificó al niño, quien había visitado la veterinaria el día anterior.
Medios de comunicación del vecino país señalan que el niño vive con su abuela y no cuenta con un histórico de comportamientos violentos. Tras ser identificado fue llevado a un puesto policial, sin embargo, al tratarse de un menor, no existen implicancias criminales.
La denuncia y otros datos fueron remitidos al Consejo Tutelar de la ciudad y tanto el niño como los familiares recibieron asistencia sicológica.
El crimen conmocionó a los brasileños, quienes utilizaron las redes sociales para manifestar su indignación y asombro. Mientras algunos hicieron comparaciones con otros casos y personajes violentos como Jeffrey Dahmer, algunos usuarios sugirieron la evaluación de la legislación para el establecimiento de sanciones.
Al llegar al lugar, la dueña del local contactó con la policía tras encontrar a varios de los animales muertos y otros fuera de sus correspondientes lugares. La mujer verificó las imágenes del circuito cerrado e identificó al niño, quien había visitado la veterinaria el día anterior.
Medios de comunicación del vecino país señalan que el niño vive con su abuela y no cuenta con un histórico de comportamientos violentos. Tras ser identificado fue llevado a un puesto policial, sin embargo, al tratarse de un menor, no existen implicancias criminales.
La denuncia y otros datos fueron remitidos al Consejo Tutelar de la ciudad y tanto el niño como los familiares recibieron asistencia sicológica.
Fuente: ÚH