Quien no aspira quedarse en su »valle» con la familia, los amigos, estudiar, trabajar, emprender, crecer económicamente y así, simplemente ser feliz, con hospitales que garanticen una buena atención, escuelas saludables con docentes motivados o caminos de todo tiempo, arrancar el vehiculo y desplazarse sin miedo o visitar a parientes de las ciudades vecinas un fin de semana sin tener que preocuparse por el puente antes de llegar a casa. Vaya lejana realidad de muchos de los pobladores de esta sufrida y resistida comunidad.
Esta mañana desde Radio Libertad dialogué con el Lic. Graviel Benitez quien estuvo por la localidad en su rol de representante del Ministerio de Salud asistiendo a la gente.
En su desolador relato después de las tantas lluvias caídas, dijo que la situación de los pobladores no es nada alentador, niños que tienen que viajar en canoas para llegar a sus escuelas, casi la única producción agrícola de la zona »la mandioca» se perdió en su totalidad y el intransitable estado de los caminos vecinales envuelve a los pobladores en una situación más que desalentadora, expresó.
Lastimosamente la asistencia por parte del Gobierno Municipal no es, ni será lo suficiente, los víveres de la Secretaría de Emergencia Nacional podrá solucionar los problemas por unos días, la Gobernación podrá prestar su tractor para limpiar los canales y los ediles podrán declarar »emergencia distrital», pero, es la solución definitiva?
Evidentemente que no, la intervención del estado debe ser con mayor peso, con mayor insistencia, si bien es cierto que se realizan obras en esta comunidad, pero el sufrimiento ciudadano está latente, señal que se está obrando muy lentamente.
Por eso, Yabebyry debe ser una causa común de todos los líderes políticos del Departamento y luego convertirlo en causa nacional, un distrito con ricas historias culturales ya no puede soportar ser salpicada por la indiferencia de sus hombres.
Se está haciendo costumbre leer en títulos de diarios, Yabebyry sigue aislado, que la historia no se repita, porque pasará el tiempo y será el mejor árbitro en reflejarnos si la tierra adorada en su momento por el gran Maestro Rafael Barret siga orillando la triste y tormentosa soledad.
Por Esneider Meza Enciso