¡Libertad, un campeón con clase!

Consumando un brillante encuentro deportivo con victoria 2-0 sobre Independiente, Libertad conquistó su estrella número 20 en 111 años de historia. 12 de ellos desde que volvió a Primera División en el 2001, siendo el club más campeón del presente siglo.

Un escenario luciendo sus galas acordes a la importancia del encuentro sabatino. Un equipo bien equilibrado, que sabe cómo y cuándo golpear arriba, con una defensa sobria, mezcla de juventud y experiencia, sin duda la mejor del certamen. Una afición albinegra que como pocas veces se llegó en masa. Dar la vuelta en casa era la misión.

Con el astro rey a pleno, la bandita de la Policía Nacional aportó los primeros acordes a la tarde. Ulises Mereles ordenó un minuto de silencio en conmemoración del incipiente guardametas del Sport Colombia quien recientemente dejó la vida terrenal a causa de un imprudente pelotazo y una evidente negligencia dirigencial que enlutó al fútbol local.

No obstante, en Tuyucuá, el ambiente festivo estaba a la orden del día.

Agudo el silbato, Libertad salió a atacar. En el arranque Muñoz sacó largo desde el fondo, Salcedo bajó el balón para que Bareiro solo saque un tiro cruzado con destino incierto. Atropellando Jesús Medina conectó frente al arco y con la pierna izquierda la mandó al fondo (3′).

Tras el grito de confianza, el campeonato Apertura 2017, denominado «Comisarío Mario Agustín Sapriza», ex presidente del club campeón, comenzaba a expedir título de propiedad.

16 goles con la camiseta de Libertad, 7 en el semestre, Medina fue uno de los jugadores más importantes del equipo a lo largo de la competencia. Hoy dijo presente, una vez más.

A priori, un punto en el acumulativo a favor hacían que el Gumarelo dependiera única y exclusivamente de sí mismo para lograr su objetivo inicial.

Sobre los 36′, Santiago Salcedo consolidaría tal posibilidad. De tiro penal, el máximo artillero (15 goles) del torneo vencería al buen Pablo Gavilán y se lanzaría al festejo apasionado con sus compañeros y con la afición.

Para la pena máxima, Mereles había expulsado a Óscar Velázquez (doble amonestación) por una falta en el área. Situación que le otorgó la oportunidad a Sasá de llegar a su diana número 113, siendo el tercer goleador supremo del fútbol paraguayo.

Por su parte, Celso Ayala apuraría las variantes en el esquema campograndense. Federico Ortiz por Hugo torales, Reinaldo Benítez por Ricardo «Tom» Ortiz y Javier Martínez por Richard Martínez serían las opciones desesperadas por remar contra la corriente.

Ninguna funcionó. La cuestión psicológica es siempre fundamental en pruebas definitoria y en campamento visitante está no acompañó.

Cuando el cronómetro disponía los 63′, Andrés Duarte perdería los estribos y apelando a una acción violenta y desleal dejaría a los suyos con 9 jugadores en el campo. El final de la historia era puro trámite.

El español Fernando Jubero saboreaba el gusto que le fue consecutivamente esquivo dirigiendo planteles anteriores. En la complementaria sacó para la ovación a Jesús Medina y Sergio Aquino.

Con renovados aires, Danilo Santacruz e Iván Ramírez ingresarían para terminar la obra de un grupo humano de futbolistas, directivos, trabajadores e hinchas con clase de campeón.

Fuente: D10

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