El mundo ha avanzado con líderes que supieron formar sus bases con ideales liberales, concienciando a la gente con elementos razonables que conducen a la libertad y proyectos que puedan ofrecer mayores beneficios para las clases sociales, en el Paraguay por citar un acontecimiento histórico, el Gral. Andrés Rodríguez no pidió un espacio político a Alfredo Stroessner, al contrario, se alió con otros actores para luchar contra su régimen inhumano y regaló al país la posibilidad de ser más libre.
Rodríguez y otros tantos quienes derrocaron el sistema injusto stronista, se ganaron el respeto de todo un pueblo y seguramente serán admirados eternamente. Los jóvenes de hoy deben mirar estas historias paraguayas y en vez de andar rogando espacios políticos, procurar ganarlas con altura, solvencia moral para ser respetados.
En primer lugar deben prepararse, formarse, y así analizar las cuestiones de administración pública de nuestro país, departamento o distrito. El ambiente político paraguayo es como un rosado, tierra fértil en el cual prácticamente la siembra es asegurada, pero solo para aquellos jóvenes que reúnen los requisitos ya expuestos (preparación, solvencia moral, análisis y nuevos proyectos), no puede ser difícil apartar a los lacayos del poder o de llevar la mayor aceptación de la gente en una contienda electoral si se transita por ese camino.
Muchos de nuestros políticos actuales, desarrollan discursos lamentables, inviables, orillando lo absurdo, pero igualmente tienen votos, y nos preguntamos por qué? es que un elevado porcentaje de nuestros electores no escuchan otras opciones y ante la falta de capacidad para diferenciar lo bueno de lo malo, lo seguro de lo inseguro, lo chato de lo sustentable, terminan eligiéndolos.
Pero ojo, necesitamos jóvenes rebeldes, no resignados, de visionarios y no de jubilados, el político español Julio ‘’Anguita’’ González decía que existen dos caminos para seguir, el camino de la rebeldía y de la resignación, los rebeldes son libres, los decididos a ir en contra de lo que creen que está mal, y los resignados, son los simples espectadores que solo preparan la mano para aplaudir y apoyar cualquier proyecto mísero del amo.
Vos, qué camino vas a seguir?