El suboficial ayudante Rolando Dávalos González, de 23 años, del Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional, está con signos vitales estables y en coma inducido, luego de ser sometido a una cirugía de cráneo. El uniformado resultó herido en un procedimiento realizado en Limpio.
A las 09:05 de este sábado, los médicos del Hospital Rigoberto Caballero brindaron el informe sobre el estado de salud del suboficial ayudante Rolando Dávalos González, de 23 años, baleado este viernes, en un procedimiento antinarcóticos en Limpio, Departamento Central.
Uno de los médicos manifestó que el agente permanece intubado, sedado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), actualmente presenta signos vitales estables, ayudado por drogas que permiten que él mantenga la presión y saturación ideales para las lesiones que tiene.
Se le realizó este sábado una tomografía de control, ya que tuvo una cirugía y la lesión se controló al igual que el edema. También el sangrado está bajo control. El médico explicó que el suboficial actualmente está estable; sin embargo, aún sigue con un cuadro delicado.
“El pronóstico aún es reservado, pero tenemos un paciente con signos vitales estables hasta el momento”, expresó en una conferencia de prensa.
El orificio de entrada de la bala fue del hemisferio izquierdo y tiene orificio de salida en el hemisferio derecho de la cabeza, según indicaron.
“Hay que darle tiempo al tiempo y ver cómo responde el cuerpo, va a continuar en coma inducido. Al decir edema, hablamos de inflamación, el cerebro está inflamado porque tuvo una lesión. Para hablar de secuelas, es muy rápido”, agregó.
No se descarta que pueda ser sometido a otro procedimiento quirúrgico, según cómo vaya evolucionando.
Por su parte, el director del Hospital Rigoberto Caballero, doctor David Torales, refirió que el suboficial ayudante Willian Ariel Pico Merlos, de 26 años, ya fue dado de alta en la noche de este viernes, solo presentó heridas que no fueron graves. El uniformado recibió un disparo en la mano.
Aseguró que están viendo todos los recursos necesarios y que están en condiciones de responder a esta necesidad.
“Estamos esperanzados en que pueda recuperarse”, dice comisario
El comisario César Silguero, jefe del Departamento de Investigación Criminal, mencionó que gracias a la rápida intervención está con vida el agente. Dijo que brindaron asistencia a los familiares.
También manifestó que están para apoyar en todo lo que haga falta a los familiares. “Estamos muy esperanzados en que nuestro camarada pueda recuperarse”, agregó.
El procedimiento está a cargo del Ministerio Público, que se incautó de elementos que demuestran que estaban con informaciones severas de que las personas tenían estupefacientes.
Silguero afirmó que es una organización dedicada al tráfico de drogas y que la investigación es incipiente. Lamentó lo ocurrido y desea que el agente siga evolucionando.
Por último, mencionó que el personal está adiestrado y preparado para poder defenderse; sin embargo, a veces, no se dan las condiciones que uno quisiera, por lo que “el peligro es inminente”.
Hay cuatro detenidos y varias evidencias
Los dos suboficiales del Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional fueron atacados a balazos en la tarde de este viernes en Limpio, Departamento Central.
Ambos se disponían a verificar un vehículo y a sus ocupantes, que estaban en la vía pública, cuando recibieron los disparos.
Quedaron detenidos como sospechosos, Joel Jonás Martínez Insfrán, de 19 años, con antecedentes varios por coacción grave y amenazas de hechos punibles, hurto agravado y otros y amenaza de hechos punibles y otros; además de su madre, Gabriela Insfrán Giménez, de 45 años, con antecedentes por transgresión a la Ley 1340 sobre drogas.
También Oliver Marcelo De León Recalde, de 21 años, con antecedentes por homicidio doloso, y Noelia Noemí Ramos de Maldonado, de 31 años de edad.
Los agentes se incautaron de 8 kilos con 630 gramos de cocaína, además, de tres aparatos celulares y la suma de G. 800.000; un automóvil de la marca Toyota, modelo Vitz, de color negro; un arma de fuego, tipo revólver, calibre 22; un arma de fuego, tipo revólver, marca Doberman, calibre 22; varios cartuchos y dos vainillas servidas del mismo calibre.
Fuente: ÚH