Así la describieron los familiares a la mujer que donó el corazón que late en Jennifer León, de 8 años, tras un trasplante. La familia espera que este testimonio sirva para vencer los miedos a la donación y permitir la continuidad de la vida.
Eran dos familias que no sabían nada una de la otra, pero hoy el destino las une en lo que puede considerarse como uno de los gestos más nobles del ser humano, donde se juntan el amor, la solidaridad, y por sobre todo, la humanidad en medio del dolor que marca la pérdida de un ser querido.
Estos valores eran característicos de Aida Regis Amarilla de Martínez, de 46 años, expresó a ABC Color su esposo, don Édgar Martínez, más conocido como “Chito”, quien recordó a su compañera de vida como una mujer “humilde y de gran corazón”.
Tanto ella como toda su familia estaba registrada como donante, quizá como una forma de demostrar que un corazón noble no merecía ser enterrado, sino que debía continuar dando vida y esperanza por medio de la donación, aún cuando esto signifique la desaparición física.
Es así que la familia en medio del dolor, encontró el camino para sobreponerse haciendo realidad la voluntad de doña Aida: que sus órganos sirvan para dar vida a quienes lo necesiten.
Esto no solo abre una puerta de esperanza para la pequeña Jennifer, sino para otras personas que serán beneficiadas con los demás órganos de la donante, específicamente las córneas, los riñones y el hígado.
En palabras de don Chito, no estaba previsto que el caso se mediatice. No obstante, tras consultar con sus hijos y los hermanos de la mujer, finalmente optaron por mandar un mensaje a la ciudadanía en general como forma de honrar la memoria de doña Aida.
“Queremos que su ejemplo sirva para que las personas se animen a donar, para que otras puedan vivir”, dijo don Chito.
Entre esas personas que ahora podrán vivir se encuentra la pequeña Jennifer, actualmente en terapia intensiva, tras la compleja cirugía de trasplante.
Doña Aida no solo vivirá en el recuerdo de quienes la conocieron y apreciaron. También seguirá latiendo en el interior de la pequeña.
Fuente: Abc Color