Daniel Palencia Caballero perdió la autoridad en el terreno de juego y decidió dejar inconclusa la final del torneo español Euskal Herriko Txapela. El arbitro fue insultado luego de echarle a dos jugadores del Alaves, entre ellos al paraguayo Óscar Romero.
Este fin de semana el fútbol español vivió uno de los momentos más singulares de los últimos años. El árbitro Daniel Palencia Caballero se hartó de la falta de respeto que reinaba en el campo de juego y se fue al vestuario.
Ocurrió durante la final del torneo amistoso Euskal Herriko Txapela que disputaron el Alavés y el Athletic de Bilbao, ambos equipos de la primera división.
Durante el partido, el juez le mostró la tarjeta roja al paraguayo Óscar Romero, del Alavés, y luego a Alexis Ruano, del mismo equipo, lo que provocó una gresca dentro del campo de juego.
Enojado por la decisión, Ruano se acercó a Palencia Caballero, lo tomó del rostro y lo insultó: «Eres un puto sinvergüenza hijo de puta». De inmediato, el árbitro tomó el balón pitó el final, aunque aún quedaba tiempo de juego y el encuentro estaba 2 a 2 y se retiró del campo.
Desde la organización e lamentaron que el trofeo no tenga dueño: «Con empate en el marcador el árbitro ha tomado motu proprio la decisión de marcharse a vestuarios y no volver a salir al césped, pese a nuestros reiterados intentos de reconducir la situación».
El árbitro informó lo sucedido a la Real Federación Española de Fútbol, que contempla este tipo de situaciones en amistoso y los castiga con sanciones en torneos oficiales. Por ese motivo, el futbolista Ruano podría recibir varias fechas de suspensión por «agredir» y «menospreciar» al árbitro.
Fuente: Infobae