Cada otoño, la circulación de virus sincitial respiratorio, causante de la bronquiolitis, genera una alta incidencia de casos que afecta especialmente a los niños más pequeños. Este virus no cuenta con vacuna.
Al respecto, la Dirección de Vigilancia de la Salud indicó que, por lo general, el incremento de casos de virus sincitial inicia entre la semana 15 y 16, y hace su pico entre la semana 20 y 23.
Cuando alcanza este umbral, los casos se disparan de cinco a seis veces más, y es cuando se satura el sistema de salud y se ocupan todas las camas”, recordó el Dr. Guillermo Sequera, titular de Vigilancia de la Salud.
Actualmente, la cantidad de afectados por cuadros respiratorios, principalmente por virus sincitial están subiendo.
Hasta la semana epidemiológica (SE) 16 se han identificado 114 casos positivos de virus sincitial respiratorio en hospitalizados por infecciones respiratorias agudas graves (IRAG), de los cuales, 10 ingresaron a terapia intensiva y 2 fallecieron.
Atendiendo a los históricos, es probable que en las próximas semanas los casos de virus sincitial respiratorio se disparen.
Teniendo en cuenta que no se tiene vacuna para este virus, insistió en la aplicación de medidas de prevención y autocuidado, que también sirven para protegerse contra los demás virus respiratorios circulantes.
Cabe recordar que son el lavado de manos, la etiqueta de la tos (cubrirse al momento de toser o estornudar con la flexura interna del codo), no asistir enfermo a reuniones. Si se trata de una cuestión laboral impostergable, aconseja utilizar mascarilla para evitar la dispersión del virus.
Señaló igualmente importante la aplicación de “filtros de supervisión” en las instituciones educativas.
En caso de que el profesor identifique que algún estudiante se encuentra con fiebre o con síntomas respiratorios, debe contactarse con los padres para que puedan llevarlo al servicio de salud, reciba el tratamiento correspondiente y cumpla con el reposo médico, y de esta manera impedir una alta diseminación de la enfermedad.
Es importante que la persona con fiebre o con síntomas respiratorios no acuda a su lugar de trabajo o estudio.
El reposo cumple dos funciones: 1) evita brotes de contagio de la enfermedad en el ambiente laboral, escolar y guarderías; 2) mejora la recuperación del paciente.
Fuente: HOY