Un equipo auditor determinó que no se pudo robar 16.000 tapabocas del Hospital Nacional debido a que en una semana, entre el 18 al 24 de marzo, solo se distribuyeron 8.934 mascarillas.
El doctor Juan Carlos Portillo, viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar, había asegurado que desaparecieron en cinco días 16.000 tapabocas cuando era director general de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud.
Portillo afirmó que el 18 de marzo se había entregado al Hospital Nacional 38.800 protectores, de los cuales desaparecieron 16.000 en cinco días. Sin embargo, los investigadores concluyeron que ese nosocomio recibió ese día nada más solo 4.000 mascarillas del Ministerio de Salud.
Tras la denuncia, la directora general del Hospital Nacional, doctora Yolanda González Barrios, ordenó una investigación de oficio.
Para el efecto se conformó una comisión integrada por la asesora de la Dirección General, doctora Estela Quiñónez de Meza; la jefa de Enfermería, Celia Núñez; la auditora interna, Fatme Chansin; Lidia Beatriz Cáceres, de la Junta Consultiva; y la auditora interna del Ministerio de Salud Pública, Virginia Paredes Irala.
Los auditores calcularon, sobre el uso de los tapabocas, que cada paciente con COVID-19 requeriría el uso de cuatro mascarillas por día, lo que multiplicado por 68 camas de internación suma 8.160 mascarillas por día.
A esto se debe sumar la cantidad de trabajadores con que cuenta el hospital y sobre este punto los auditores dejaron una recomendación al Ministerio de Salud Pública.
El Hospital Nacional cuenta con 305 médicos residentes; 1.140 enfermeras, 47 asistentes de enfermería, 550 médicos de planta, 115 bioquímicos, 12 odontólogos, 98 funcionarios en el Departamento de Evaluación e Información y 367 funcionarios administrativos, entre ellos pacientes con cuadros respiratorios o renales.
Ante esto, los auditores del hospital afirman que la provisión debería ser mayor para satisfacer la demanda, según un documento entregado al Ministerio de Salud.
Fuente: Abc Color