El cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, instó a los fieles a no permanecer indiferentes ante la injusticia, y a rechazar un sistema que “compra silencios” y formas de codicia que “pisotean lo más sagrado que tenemos, que es la dignidad de la vida humana”.
Esto durante la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Asunción, en la que reflexionó sobre la parábola del rico insensato y la importancia de no poner la vida en la acumulación de riquezas materiales.
“El llamado de las Escrituras es a hacernos ricos en Dios, no en bienes materiales. Hacerse rico a los ojos de Dios no es acumular bienes, es practicar la justicia”.
En su homilía, el cardenal remarcó que “la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos”, sino del sentido que damos a nuestro tiempo, especialmente a través de los vínculos con nuestros seres queridos.
Advirtió que la avaricia se convierte en una forma de idolatría, porque se tiende a “acumular bienes para después quedarse vacíos”. Instó a todos los presentes a elegir la verdad y la misericordia “aunque duelan o incomoden”.
También propuso vivir la empatía como un valor cristiano, es decir, “llorar con el que llora, reír con el que ríe, calzar los zapatos de los demás”, en especial en estos tiempos.
Finalmente, alentó a “abrir los ojos, abrir la boca, abrir el corazón” frente a las formas modernas de codicia, ambición desmedida e indiferencia, y buscar una vida de compasión, paciencia y dulzura, uniendo la realidad del mundo al sentido más profundo de Dios.
La avaricia es una forma también de idolatría, acumular bienes para luego quedarse vacíos. Adalberto Martínez, arzobispo.
Fuente: ÚH