Despertarse y salir de la casa todavía sin luz solar puede afectar el ritmo circadiano y repercutir en la salud, según la senadora Blanca Ovelar. Su colega Basilio Núñez niega que existan consecuencias para el organismo y le recuerda que, al que madruga, Dios le ayuda.
En verano, la luz solar en Paraguay dura 14 horas y en invierno, menos de 11 horas, con lo cual, aplicar el horario de verano en este periodo de otoño-invierno no solamente afecta la movilización matutina, sino que también altera la salud, según la legisladora y docente, Blanca Ovelar.
Un concepto que se desarrollará en la exposición de motivos es el del ritmo circadiano, que es como un reloj biológico que regula todo el sistema inmunológico y corporal. Esto se ve afectado cuando, sistemáticamente uno se fuerza a levantarse antes de la aparición de la luz solar, repercutiendo en la vida, el ánimo, el humor y el estado de salud en general.
El presidente del Congreso, Basilio Núñez, fue consultado al respecto. “Yo soy médico, le sugiero a la colega Ovelar, que es docente, que se remita a la docencia, ¿qué problemas de salud puede traer despertarse más temprano? Al que madruga, Dios le ayuda, entonces, no veo qué consecuencias puede tener en el sistema inmunológico levantarse más temprano”, respondió.
Consideró que será positivo para los niños aprender la importancia de levantarse temprano y todavía mejor que los del turno tarde, no solamente estudiantes, sino también empleados, tendrán una hora u hora y media de luz solar al terminar.
En cuanto a la seguridad, sostuvo que sería oportuno preguntar a los expertos en qué momento del día hay más peligro: a la mañana cuando inicia el día o a la tarde cuando todos salen de sus actividades.
Fuente: HOY